El paso de los años y los factores externos, como la polución, el sol o el estrés, afectan considerablemente al aspecto de nuestra piel. La falta de luminosidad, de hidratación y la aparición de arrugas son signos del envejecimiento que cada vez más personas buscan revertir a través de tratamientos y técnicas no quirúrgicas ni invasivas.
Es por ello que en los últimos años se ha producido un incremento en la demanda de tratamientos de dermatología estética. Se trata de una rama de la dermatología dedicada al cuidado y tratamiento del piel sana. Su principal objetivo es mejorar o rejuvenecer la piel a través de los métodos de tratamientos y las técnicas más innovadoras.
Algunos de los tratamientos más demandados son el ácido hialurónico, el plasma rico en plaquetas (PRP) o el láser para eliminar manchas solares.