La dermatología es aquella especialidad médica destinada al estudio, conocimiento, diagnóstico y tratamiento de todas aquellas patologías o afecciones de la piel, el órgano más extenso del cuerpo.
Otra de las funciones imprescindibles de la dermatología es la prevención de enfermedades, además del cuidado cotidiano de la piel (higiene, protección y salud). En definitiva, el principal objetivo de la dermatología es proteger la piel de agentes externos o internos que pueden dañarla.
La piel es el órgano más extenso del cuerpo, llegando a constituir casi el 15% del peso total de una persona. En toda su extensión la piel acoge a millones de células, terminaciones nerviosas, glándulas sebáceas y sudoríparas, folículos pilosos y vasos sanguíneo. Por ello es tan importante que siempre sea tratada por un médico dermatólogo.
Además de todo ello, la piel se divide en capas, que son las que protegen a nuestro organismo del exterior. Por esta razón debemos protegerla y cuidarla, ya que recibe el impacto de factores externos dañinos como el sol, la polución…
La dermatología, tal y como mencionamos anteriormente, se encarga de todas aquellas enfermedades que afectan a la piel. Entre las más comunes en Canarias encontramos:
- Dermatitis atópica
- Alergias y urticaria
- Infecciones en la piel por hongos o por levadura
- Vitiligo
- Acné
- Melanomas y distintos tipos de cáncer de piel
- Hiperpigmentación, rosácea o angiomas
- Epiteliomas
El dermatólogo es un profesional licenciado en Medicina y especializado, posteriormente, en dermatología. Esta formación le permite tener amplios conocimientos sobre el cuerpo humano y las posibles causas que producen daños o afecciones en la piel.
Las enfermedades que dañan nuestra piel son muchas, por ello es tan importante acudir a un dermatólogo con experiencia y con un alto grado de especialización, tanto desde el punto de vista diagnóstico como del tratamiento.