¿Qué es la Pediatría?

La Pediatría es la especialidad de la medicina que se encarga del cuidado integral en los aspectos de promoción, prevención, diagnóstico y tratamiento de los problemas y las patologías del niño de 0 a 14 años. La pediatría puede abarcar los siguientes ámbitos: 

  • Pediatría clínica: atención curativa-reparadora al niño enfermo, utilizando para ello los procedimientos diagnóstico-terapéuticos adecuados, la prescripción farmacéutica, la cumplimentación de documentos, la coordinación con otras especialidades médicas que se ocupan de atención pediátrica (cardiología, neumología, otorrinolaringología, alergología, odontología, oftalmología, dermatología, urología, etc.) y la derivación a otros niveles asistenciales si fuera preciso.
  • Pediatría preventiva y puericultura: haciendo hincapié en la promoción de la salud y prevención de la enfermedad, con diversas actividades como el programa de control del niño sano, promoción de la lactancia materna, realización de cribados de factores de riesgo o patologías concretas (detección neonatal de metabolopatías, de hipoacusia precoz, de displasia de cadera, etc.), desarrollo, control y seguimiento de los programas de vacunaciones, la salud bucodental y oftalmológica y la prevención de accidentes.
  • Pediatría del Desarrollo y Social: Valorando el proceso de maduración del niño tanto a nivel físico, como psíquico y la relación de éste con su entorno social (familia, colegio, comunidad), atendiendo a problemas de interrelación con la familia, de aprendizaje escolar, problemas emocionales, alteraciones de conducta, retraso en el control de esfínteres, etc. junto con el apoyo de la psicología infantil. 

Enfermedades pediátricas más frecuentes

Las enfermedades pediátricas más frecuentes son las infecciones causadas por virus y bacterias (sobre todo las que afectan al sistema respiratorio y digestivo). Las vacunas son la medida de prevención más efectiva contra muchas, como por ejemplo difteria, tos ferina, tétanos o sarampión.  

Acudir a las revisiones con el pediatra y cumplir el calendario vacunal, contribuirá a que tu hijo disfrute de buena salud, pero siempre será de gran utilidad reconocer los síntomas de las patologías más comunes en bebés y niños. Aquí te detallamos una lista con algunas de las enfermedades pediátricas más conocidas: 

  • Resfriado común

    También denominado “rinofaringitis”, es una enfermedad viral que se produce generalmente por el cambio de estación. Puede ocasionar que el niño tenga congestión nasal, estornudos, tos y fiebre ocasional.

  • Amigdalitis

    Infección bacteriana que afecta las amígdalas. Suele causar fiebre alta, tos y congestión nasal.  

  • Otitis

    Esta enfermedad afecta la audición de los niños. Puede tener causas virales o bacterianas, pero en todos los casos genera un constante dolor de oído y fiebre. 

  • Varicela

    Enfermedad de rápido contagio que se caracteriza por la aparición de ampollas en todo el cuerpo. Estas vesículas al principio están llenas de un líquido transparente, que luego se torna amarillo, hasta cicatrizarse.

  • Dermatitis de paña

    Esta enfermedad solo se da en etapas tempranas de la niñez. El pequeño puede presentar enrojecimiento o erupción en la zona del pañal, si no se le realizan cambios frecuentes.

  • Sarampión

    Esta infección respiratoria  comienza con erupciones en la boca, y progresivamente, se van extendiendo al rostro, la garganta y el resto del cuerpo. También presenta fiebre alta, dolor de cabeza, dolor muscular y tos. 

  • Infección de orina

    Dos de cada cinco niños presenta una infección urinaria en su niñez. Esto se debe a la inexperiencia que tienen nuestros pequeños en cuanto a su aseo personal. 

  • Paperas

    Es una infección que ataca e inflama las glándulas parótidas, ubicadas en la parte inferior de la mandíbula, produciendo dolor y fiebre alta.

  • Rubéola

    Enfermedad viral que causa lesiones y manchas rojas en la superficie de la piel, inflamación de ganglios y fiebre. Por fortuna todas estas enfermedades tienen tratamientos eficientes, y si son atendidas por especialistas, su tiempo de recuperación puede ser menor a tres semanas.