Tener sensibilidad en la piel es algo natural que puede ocurrir de forma ocasional o permanente. La piel sensible puede darse en cualquier tipo de piel (grasa, seca, mixta) y se caracteriza porque reacciona de forma exagerada o más rápida ante un factor externo o interno que en una piel normal no causaría dicha respuesta.

Una de cada tres personas tiene la piel sensible. Por lo tanto, cuidar y tratar la piel sensible es fundamental y nuestro equipo de la Unidad de Piel Sensible puede ayudarte.

¿Cómo se manifiesta la piel sensible?

Puede aparecer sensibilidad en la piel ya sea por factores externos o internos.

  • Factores propios de cada paciente

Las personas con fototipo I y II (piel blanca y fina) tienen mayor probabilidad de tener piel sensible. También es común en personas con afecciones cutáneas (acné, rosácea…).

  • Factores externos

También hay factores externos que pueden afectar a la piel sensible como puede ser el uso de cosméticos inadecuados, el frio, el sol, el viento, el tipo de vida, el consumo de alcohol, el estrés…

Piel sensible o sensibilizada

Es importante en este punto explicar la diferencia entre piel sensible y piel sensibilizada.

  • La piel sensible

Al hablar de piel sensible hacemos mención a una piel que se enrojece fácilmente, se irrita y presenta picores, ardor, dolor, sensibilidad aumentada, inflamación. Ante factores externos o internos se altera y es muy frágil. En ocasiones no se calma con productos hidratantes.

  • La piel sensibilizada

Hay casos en los que la piel puede estar más sensible pero no presentar ninguna patología dermatológica. Puede presentar alteraciones debido a una intolerancia o mal uso de productos de higiene, por ejemplo.

Las causas de la piel sensible

Hay un factor clave por el que una persona tiene una piel sensible: tener una alteración de la barrera cutánea en la epidermis, que se vuelve débil y permeable.

¿Qué supone esto? Pues que la piel se irrita más fácilmente ante agentes externos. Además, los agentes externos entran con más facilidad en la piel produciendo una mayor perdida de agua por evaporación y es por ello que suelen presentar deshidratación o sequedad en la piel.

Recomendaciones para cuidar tu piel sensible

  • Utiliza cosméticos hipoalergénicos y no comedogénicos.
  • Los productos de cuidado de la piel deben ser sin parabenos y sin alcohol.
  • Evita la exposición prolongada al sol.
  • Utiliza foto protección siempre.
  • Calma las irritaciones y rojeces para reforzar la función barrera de la piel.

El diagnóstico y tratamiento de la piel sensible

En nuestra unidad nuestro equipo logra diagnosticar la piel sensible a través de un examen dermatoscópico. También a través del uso de la tecnología avanzada de análisis de la piel Visia.

Una vez diagnosticado se puede comenzar un tratamiento adecuado y personalizado que puede consistir en la combinación de diversos procedimientos como:

  • Tratamientos Láser
  • Luz pulsada
  • DermalInfusion
  • Terapia Fotodinámica
  • Mesoterapia