La sudamina o miliaria es una erupción que aparece en los bebés debido a la obstrucción de las glándulas sudoríparas (una inflamación de las glándulas ecrinas) y retención del sudor.
Se produce por la inmadurez que tiene el bebé para regular la temperatura y el sudor. Por ello, aparecen especialmente cuando se encuentran en entornos humedos y con altas temperaturas, como por ejemplo en climas tropicales.
Los tipos de sudamina que existen
- Puede afectar a la piel de forma superficial llamándose miliaria cristalina y aparece como multitud de gotas de uno o dos milímetros con líquido transparente. Estas lesiones se pueden romper y dejar marcas en la piel.
- Si sigue afectando en profundidad se llama miliaria rubra, más rojiza en su presentación y causa más picor y molestias.
- Hablamos de miliaria profunda cuando afaecta a las zonas más profundas de la dermis, causando una mayor inflamación y dolor-picor.
¿Las sudaminas se pueden contagiar?
La sudamina es un cuadro inflamatorio no infeccioso, por lo que no se puede contagiar. En ocasiones, las lesiones de sudamina se pueden sobreinfectar por bacterias como el S. Aureus, con lo que el cuadro sí que puede volverse contagioso, pero no en su origen.
¿Existe más prevalencia de esta enfermedad entre la población infantil? ¿Por qué?
Los bebés y niños son los más predispuestos debido a la inmadurez en los sistemas de regulación del sudor. Las glándulas ecrinas no regulan bien su funcionamiento, produciendo una hiperproducción de sudor a nivel cutáneo y obstruyéndose en algunos casos, lo que conlleva la aparición de la miliaria.
¿Las sudaminas, erupciones y dermatitis atópica son lo mismo? ¿Cómo diferenciarlo?
Las sudaminas son un tipo de erupción pruriginosa debido a la obstrucción de las glándulas sudoríparas ecrinas, mientras que la dermatitis atópica es un tipo de eczema debido a una alteración de la función barrera cutánea mediada por alteraciones en numerosos genes implicados en las proteínas de estrato córneo entre los que destaca la filagrina, unido a una alteración inmunológica asociada que causa inflamación de la piel.
Aunque las lesiones en algunas ocasiones pueden ser difíciles de diferenciar entre dermatitis atópica y sudamina, el origen y la fisiopatología son totalmente diferentes.
A parte de las elevadas temperaturas, ¿por qué aumentan los casos de sudaminas en verano?
Las elevadas temperaturas y aumento de humedad hacen que las glándulas ecrinas aumenten su función y por tanto el riesgo de obstrucción y sudamina, pero otras circunstancias que pueden aumentar el riesgo de sudamina son:
- climas tropicales
- exposición ultravioleta
- ciertos medicamentos
- fiebre
- exceso de ropa
- ropa oclusiva sin fibras naturales
- vendajes
- apósitos
¿Cómo evitar la aparición de esta enfermedad?
Evitar el uso de ropas sintéticas y promover, sobre todo en niños las fibras naturales como el algodón o lino que favorecen la transpiración. Evitar abrigar en exceso, sobre todo a los bebés por estar más predispuestos a estos cuadros.
El uso diario de fotoprotección para evitar el daño por la radiación UV en los bebés también preenta un papel protector.
¿Cuál es el tratamiento más afectivo?
Evitar las causas desencadenantes como la fiebre mediante el uso de antipiréticos.
- Realizar una correcta hidratación de la piel afectada usando lociones fluidas ricas en sustancias calmantes antipruriginosas y antiinflamatorias como el mentol o la calamina.
- En casos de miliaria profunda o rubra puede ser necesario el uso de corticoides tópicos y de forma sintomática antihistamínicos sistémicos si cursa con mucho picor.
- Si existe sobreinfección secundaria en ocasiones puede ser necesario el uso de antibióticos tópicos.
¿Los niños afectos tienen necesidades especiales de hidratación y/o fotoprotección?
Debido al picor que pueden presentar y a que la radiación UV supone un factor desencadenante y de agravamiento del cuadro es importante tomar medidas especiales de hidratación y fotoprotección. En ocasiones, en casos superficiales se ha descrito mejoría y desaparición del cuadro simplemente mediante el uso de una hidratación adecuada.