Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son consideradas una epidemia del Silo XXI. Se trata de infecciones cuyo mecanismo de transmisión principal es la sexual, incluyendo sexo vaginal, anal u oral.
Más del 50% de las ITS se producen en personas entre 20-35 años
La Dra. Marina Rodríguez, dermatóloga de Dermaten Clínicas, explica que la ITS más frecuente en nuestro medio es la infección por el virus del papiloma humano (VPH), que afecta al 70-80% de la población sexualmente activa. La siguen la infección por Chlamydia trachomatis, sífilis, gonorrea, herpes genital o VIH.
¿Siempre se contagian por vía sexual?
En algunas de estas infecciones la transmisión no es exclusivamente por contagio sexual, sino también por vía sanguínea o al feto durante el embarazo (transmisión vertical). Ello sucede en infecciones como la hepatitis B o C, el VIH o la sífilis, con consecuencias en ocasiones fatales para el feto.
Las ITS pueden estar causadas por virus (VPH, virus herpes simple (VHS), VHB, VHC, VIH), bacterias (Gonococo, chlamydia, micoplasma, Treponema); protozoos (trichomna vaginalis) y ectoparásitos (sarcoptes o ptirus pubis).
Síntomas de las ITS
Explica la doctora que las ITS no siempre se asocian a lesiones dermatológicas visibles, y en ocasiones no existen ni siquiera síntomas que alerten al portador que padece la infección. Ello puede pasar en casos precoces de VPH, VIH, virus hepatitis, sífilis.
En el caso de las mujeres las lesiones pueden permanecer ocultas a nivel intravaginal sin poder apreciarse clínicamente o hallarse en localizaciones extragenitales como faringe o el recto. A pesar de no ser detectables clínicamente se pueden realizar pruebas de diagnóstico fiables.
El preservativo como método de protección
«El preservativo protege de forma eficaz frente a las ITS que se transmiten por fluidos, en las que existe penetración vaginal, anal u oral, como pueden ser el gonococo, Chlamydia, micoplasma, trichomona, VHB, VHC y VIH», afirma la doctora.
Sin embargo, la protección es deficiente en otras enfermedades como las producidas por el VPH, VHS, sífilis o virus del molusco (VMC). Dichas enfermedades se pueden transmitis simplemente por el contacto piel con piel o con mucosas, sin necesidad de contactar con fluídos o penetración.
Las ITS son una epidemia
Según datos de la OMS en 2016, la prevalencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) en nuestro siglo se ha convertido en una epidemia de difícil control y con graves consecuencias, como muestran estas estadísticas:
- Cada día, más de 1 millón de personas contraen una infección de transmisión sexual (ITS).
- Se estima que, anualmente, unos 357 millones de personas contraen alguna de las cuatro infecciones de transmisión sexual (ITS) siguientes: clamidiasis, gonorrea, sífilis o tricomoniasis.
- Más de 500 millones de personas son portadoras del virus que provoca el herpes genital tipo 2 (HSV2).
- Más de 290 millones de mujeres están infectadas con el virus del papiloma humano (VPH).1
- En la mayoría de los casos, las ITS son asintomáticas o solo van acompañadas de síntomas leves que no necesariamente permiten un diagnostico certero.
- Algunas ITS, como el herpes genital (HSV de tipo 2) y la sífilis, pueden incrementar el riesgo de contraer el VIH.
- Más de 900 000 mujeres embarazadas contrajeron sífilis en 2012, lo que causó complicaciones en alrededor de 350 000 casos, incluidos casos de muerte prenatal.
- Más allá del efecto inmediato de la infección en sí misma, las ITS pueden tener consecuencias graves, entre ellas la esterilidad o la transmisión de infecciones de la madre al niño.
- La farmacorresistencia actual, especialmente en relación con la gonorrea, es un obstáculo importante que dificulta la reducción de las ITS en todo el mundo.
El tratamiento de las ITS
En cuanto al tratamiento, todas las ITS tienen tratamiento, siendo en algunos casos posible erradicar el microorganismo causante y en otros casos, como los producidos por virus se puede controlar su replicación.
Un caso especial es el del virus del VPH, en el que lo más importante es diferenciar entre infección y enfermedad. Solo un pequeño porcentaje de personas infectadas va a presentar manifestaciones clínicas. En este caso, como no existe ningún tratamiento erradicador del virus, lo más importante es la prevención mediante vacunas y con controles ginecológicos y dermatológicos adecuados para poder realizar el tratamiento adecuado en caso de que haya clínica.
Por supuesto, ante cualquier sospecha, debe consultar con un dermatólogo para realizar un diagnóstico y tratamiento eficaz del caso y los contactos.