La crioterapia es una técnica que usa agentes criogénicos para tratar una gran variedad de cuadros dermatológicos. Consiste en la destrucción del tejido mediante la aplicación directa de frío intenso con nitrógeno líquido (-196ºC).
La temperatura de congelación del agente criógeno utilizado (normalmente nitrógeno en estado líquido) aplicado directa o indirectamente sobre la piel o mucosas causa una destrucción local del tejido.
Este tratamiento con crioterapia se realiza con una sonda, un dispositivo delgado con un mango o un gatillo, o una serie de pequeñas agujas, acoplado por medio de tubos a una fuente de nitrógeno o argón, que enfría la punta de la sonda, permitiendo la congelación de la lesión. Algunos cuadros requieren múltiples sesiones para su completa erradicación.