PACK HIDRATACIÓN Y LUMINOSIDAD

El ácido hialurónico es una sustancia que produce nuestro organismo de forma natural. Cuando los azúcares o carbohidratos de ácido hialurónico no están unidos a otras moléculas, crean una unión con el agua dándole un aspecto gelatinoso.
Sin embargo, con el paso de los años el ácido hialurónico va disminuyendo en nuestro organismo, por lo que nuestra piel pierde elasticidad e hidratación de la piel, aparecen arrugas, líneas de expresión… Es por ello que es necesario reponer el ácido hialurónico.

El ácido hialurónico es una sustancia que produce nuestro organismo de forma natural. Cuando los azúcares o carbohidratos de ácido hialurónico no están unidos a otras moléculas, crean una unión con el agua dándole un aspecto gelatinoso.
Sin embargo, con el paso de los años el ácido hialurónico va disminuyendo en nuestro organismo, por lo que nuestra piel pierde elasticidad e hidratación de la piel, aparecen arrugas, líneas de expresión… Es por ello que es necesario reponer el ácido hialurónico.

El tratamiento de aumento de pómulos con ácido hialurónico va dirigido a:

• Quienes quieren mejorar el aspecto de su rostro
• Quienes han perdido volumen en los pómulos
• Se recomienda a partir de los 30 años

La pérdida de volumen en los pómulos suele conllevar que nuestra expresión se vea triste, la piel flácida y la cara tenga un aspecto esquelético. Con el ácido hialurónico se recupera el colágeno y la elastina perdida para renovar la firmeza cutánea y rejuvenecer el rostro.

En este tipo de tratamiento el láser se realiza en la misma consulta y no requiere de anestesia. El especialista comienza el tratamiento con el láser que aplica energía en forma de luz sobre la piel de la cara y/o el escote u otra zona con el fin de reactivar la producción de colágeno y elastina y lograr un efecto reafirmante y fortalecer la piel.

Concretamente, el láser va a eliminar las capas superiores de la piel de esas zonas con arrugas, cicatrices, manchas, etc. El especialista mueve el láser hasta alcanzar una capa de la piel donde las cicatrices o arrugas no son tan visibles.

Tras el tratamiento nace una nueva capa de piel que reemplaza a la eliminada con el láser y de esta forma mejorará su aspecto.

Al finalizar el tratamiento, el especialista indica al paciente las pautas a seguir tras el tratamiento, como la aplicación de cremas o lociones protectoras, y podrá volver a sus actividades diarias.