En Canarias disfrutamos de sol los 365 días del año es por ello que nuestra piel sufre una intensa exposición solar. Esto hace necesario prestar una especial atención a ciertos signos que puede presentar nuestra piel.
Manchas cutáneas
Es frecuente que tras exposiciones solares regulares, incluso en el día a día (sin necesidad de tomar baños de sol) nuestra piel presente “manchas” oscuras a nivel de la cara o miembros. Estas “manchas” pueden tener una importancia meramente estética, siendo tratables mediante múltiples terapias como peelings o terapias físicas, o bien puede tratarse de lesiones que revistan importancia por su potencial de malignización. Por ello es importante consultar lesiones de reciente aparición tras exposiciones solares.
Sequedad en la piel
Otro problema frecuente tras los excesos con el sol o la continua exposición al mismo es la sequedad cutánea, que puede verse agravado por la radiación UV, los baños más frecuentes, aire acondicionado, productos químicos presentes en piscinas, etc.
Una piel seca y deshidratada puede desencadenar picor, dermatitis e incluso infecciones derivadas del mal estado previo de las defensas cutáneas. Por ello, el cuidado de la piel tras las agresiones externas con una correcta hidratación es importante, así como la intervención precoz ante cualquier signos de infección, inflamación, etc.
Infecciones cutáneas
Al disfrutar de estas increíbles temperaturas, en Canarias vamos a la playa o a la piscina durante casi todo el año. Por ello son frecuentes las infecciones cutáneas derivadas de hongos, bacterias y virus. El caminar descalzos por piscinas o playas puede producir contagio plantar del virus del papiloma humano, dando lugar a verrugas plantares que requieren un tratamiento temprano con el fin de evitar la cronicidad de las mismas.
El exceso de sudoración, el calor y humedad pueden favorecer las infecciones por hongos, sobre todo en pacientes jóvenes y en áreas predominantemente grasas como en tronco o cara.
Para evitar la extensión del cuadro y las molestias derivadas del mismo (picor, alteraciones en el color de la piel), es importante realizar un tratamiento con productos tópicos y en ocasiones con medicación oral que ayuden a su eliminación.
Tras los meses de mayor índice de radiación UV, llega el otoño y el invierno, que se convierten en meses idóneos para el tratamiento de las pigmentaciones faciales, cicatrices cutáneas, venas varicosas, cirugía de lunares, fibromas y otras múltiples terapias de Dermatología Estética que se realizan en condiciones óptimas tras el verano, por la menor exposición solar y calor que sufrimos.